domingo, 19 de mayo de 2013

1- Garabato descontrolado:

Cuando cumplen un año y medio los niños ya pueden tomar un lápiz, una pintura o un crayón y realizar sus primeros garabatos: unos trazos desordenados, descontrolados, irregulares y con dirección variable. Estas primeras marcas suelen salirse del papel y carecen de sentido. El garabato funciona como simple descarga motora para el niño, que obtiene placer con el movimiento.

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